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Héroes sin capas

Esta bella criatura fue rescatada por dos colaboradoras del grupo BAC Alamar. Su anterior "dueño" lo encerró en un saco y lo botó como basura, pero tuvo la suerte de encontrar unas manos misericordiosas que lo socorrieron de inmediato al ver la agonía de su encierro.
Cuando abrieron el saco, salió este ángel blanco, bello y súper cariñoso. Así empezó otra faceta de su vida: un perrito en temporal y buscando un hogar. 
Tuvo varios interesados fallidos, hasta que al fin Miguel Reynaldo vio su foto y enseguida le eligió. No importó su raza, ni su color, ni que no fuera pequeño...
Hoy, el perrito blanco de Alamar se llama Terry, y ha cambiado de estatus: ahora está felizmente adoptado.
Esta perrita siempre estaba en el mismo edificio, caminaba a su alrededor, jugaba, a veces se iba lejos, pero regresaba; sentía que ese era su hogar. Los vecinos la llamaron Lucesita.

Un día nos informaron del parto de Lucesita y rápidamente nos pusimos en contacto con los vecinos del edificio, dimos sus cachorros en adopción, la desparasitamos y conversamos con ellos acerca de la posibilidad de hacerse cargo de ella, de su alimentación. 
Lucesita es una perrita comunitaria, que se ha ganado el cariño y el amor de muchas personas, vive feliz, ahora más que nunca porque tiene buena alimentación, buen estado de salud y una gran familia que la cuida y la ama.
 
Siempre que salía de mi casa y pasaba por esa bodega lo veía, ahí estaba él, con los ojos tristes y el pelito despeinado, como si no fuera de este mundo, como si le faltara algo o alguien. 

Él se llama Dycon lo recogí hace 1 año, estaba abandonado en esa vieja bodega. Enfermito de anemia, con muchas garrapatas y pulgas, sucio, sí muy sucio; maltratado, una lesión en una patita; pero feliz, feliz por haberme encontrado!

Ahora tiene todas sus vacunas en regla, y una familia q lo conciente y lo ama. Él es el pequeño de la casa, no es nuestra mascota, es un miembro más de este hogar; la alegría de la casa. Me cambio la vida, me enseñó a amar con sinceridad. 

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